CREENCIAS Y RITUALES

Los celtíberos adoraban a dioses vinculados con los astros y la naturaleza, y practicaban ritos en los que el sol, la luna, el fuego y los sacrificios animales protagonizaban las celebraciones.

Como herederos de la cultura céltica, formaban parte de su panteón dioses como Lug, deidad principal, identificado con el sol, representado con el triskel y asociado a veces a la figura de un toro; Epona, divinidad también de carácter solar y astral, que era representada con una yegua; las Matres, figuras femeninas asociadas a la fecundidad o Succellos, de carácter infernal y funerario, asociado al lobo.

Es interesante, asimismo, la relación entre algunos animales -como caballos, peces y aves- y la vida ultraterrena, pues ellos eran los encargados de transportar las almas entre este mundo y el de los muertos.

La iconografía de las cerámicas numantinas ofrece información sobre sus rituales. Una de ellas presenta a un oficiante, ataviado con un tocado cónico y una túnica decorada. Con una de sus manos sujeta un cuchillo, mientras con la otra sujeta un ave sobre un ara, en actitud de sacrificio.

Los celtíberos no construían recintos donde desarrollar sus ritos religiosos, sino que usaban santuarios al aire libre llamados Nemeton. Eran lugares singulares, dotados de carácter sacro: claros en el bosque, cimas de montañas, fuentes o ríos, donde se producía la comunicación entre hombres y dioses.